No sabía ni tu nombre, sólo como te llamaban, tampoco éramos íntimos amigos, ni nos habíamos ido nunca de copas, pero te tenía cariño y tú a mí, lo se, muchos años ligados al fútbol, recuerdo aún aquellas ligas en los Salesianos hace 25 años, en los que éramos unos chavales, que de una manera o de otra siempre estábamos con el fútbol liado.
Te he visto de portero, de utillero, muchas veces arbitrando pero siempre cerca de un balón y rodeado de gente que te quería, rodeado de tus amigos, por los que dabas la vida.
La vida no te ha dado lo que mereces, por que no conozco a nadie que pueda hablar mal de tí, bueno a lo mejor algún madridista por tu amor al Barcelona, pero poco más, y quizás la vida no hay sido justa contigo, merecías vivir más, me consta por que se que eras buena persona.
Ayer cuando me enteré, se me cayó el mundo encima, me acordé de muchas cosas, de esas ligas en los Salesianos como dije antes, de Campoverde, de San Joaquín, me acuerdo de la celebración del ascenso de TU TINTE, y de ese botellín pegado a tu mano, se me vinieron a la cabeza tantas y tantas cosas, cuando me llamabas “Teru, esto, Teru lo otro”, lo dicho, no se ni como te llamabas, Cabe, ni nunca fuimos íntimos amigos, pero sí te puedo decir que hoy he llorado tu muerte, y como nunca muere quién no se olvida, tú nunca morirás para nosotros, y el Domingo seré el primero que estaré en ese emotivo minuto de silencio que te dedicará tu equipo TU TINTE. DESCANSA EN PAZ CABE Y HOY ECHA UN PACHANGUITA CON JOSÉ ANTONIO.